Esta caricatura fue publicada en el diario El Tiempo, el de mayor circulación en Colombia. No podría ser de otra forma, pues desde hace muchos años, más que un diario, es una de las empresas más lucrativas del sur del continente. El caso es que, una vez más, me hice una pregunta que desde hace muchos años me hago: ¿qué tanto utilizan los profesores la caricatura en el aula de clase?
La pregunta es válida para cualquier entorno y para cualquier cultura. Incluso para aquellas culturas llamadas orales, que no sé a qué obedezca el hecho de considerar a un grupo humano como exclusivamente oral, porque se trata justamente de una herramienta que con economía de detalles puede acarrear muchas palabras, mucha tijera para cortar la tela.
Ahora que escribo esto, me pregunto incluso si en todas las regiones de habla hispana llaman caricatura a esta herramienta. Por lo pronto, voy arrojando también la botella de las caricaturas, con lo cual veo que puedo iniciar una nueva sección en mi blog. Sigo esperando una respuesta (ojalá fuese en caricatura)
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