Una imagen creada para irritar. En verdad, todo se puede decir. Es verdad que los galeotes conservan su condición, a fuerza de que la historia reproduce sus formas. Pero no es menos cierto que no son los mismos galeotes, la espiral del tiempo nos ha llevado de nuevo al mismo punto, más no al mismo instante, es un retorno renovado, decantado. Pero la fuerza de la imagen es poderosa, gracias a la hora actual, en que la escuela se alista para transformarse como nunca. Las condiciones están dadas y el carro de la historia empuja en nuevas direcciones. Amanecerá y veremos.
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