A partir de la primavera boreal, pero sobre todo tras el verano, las grandes superficies empezarán a comercializar pantallas planas adaptadas para la emisión en 3D de fabricantes como Sony, Panasonic, LG, Toshiba o Samsung, que aprovecharon su participación esta semana en la feria Consumer Electronics Show (CES) en Las Vegas para desvelar sus nuevos productos.
La oferta irá desde televisores completamente equipados para tres dimensiones hasta modelos en 2D preparados para dar el salto al nuevo sistema si el usuario lo decide.
Sin embargo, ninguno de los grandes fabricantes quiso adelantar los precios de esta nueva tecnología, aunque según los analistas es de esperar que los primeros aparatos tengan un coste demasiado elevado para los bolsillos del ciudadano promedio.
El diario británico Daily Telegraph, uno de los pocos en aventurarse en ese terreno, pronosticó que el precio de venta de los televisores en 3D rondaría en Reino Unido entre los 3.000 y los 5.000 dólares (2.000-3.500 euros).
En cualquier caso serán necesarias gafas polarizadas del estilo de las que se emplean en los cines para disfrutar de las 3D en la comodidad de la casa.
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